Historia y evolución del Deep Plane Facelift
- Carolina Abal
- 8 ago
- 3 Min. de lectura

Los inicios: tracción cutánea y resultados limitados
Los primeros lifting faciales consistían en una simple tracción de la piel. Si bien ofrecían resultados inmediatos, estos eran poco duraderos y muchas veces artificiales. El problema era evidente: la piel no es una estructura de soporte, y tensionarla sin tratar el sostén profundo generaba distorsiones y recaídas tempranas.
El aporte de Skoog y la noción de "composite facelift"
En los años 70, el cirujano sueco Tord Skoog introdujo un concepto revolucionario: el composite facelift. Su técnica planteaba la disección conjunta de la piel y el músculo subyacente (platisma), es decir, levantar ambos como una sola unidad. Este abordaje más profundo permitía reposicionar los tejidos sin tensar la piel en exceso, y fue uno de los antecedentes directos del deep plane.
La descripción del SMAS: Mitz y Peyronie
En 1976, Mitz y Peyronie describieron por primera vez el Sistema Músculo Aponeurótico Superficial (SMAS), una capa fibromuscular que conecta los músculos de la expresión facial con la piel. Esta estructura intermedia se convirtió en un nuevo blanco quirúrgico: operar sobre el SMAS permitía resultados más naturales y duraderos, marcando una segunda revolución en la ritidectomía.
El nacimiento del plano profundo
En los años 90, el Dr. Sam Hamra profundizó este enfoque con su técnica del Deep Plane Facelift, que consiste en liberar y movilizar el SMAS y las estructuras profundas en bloque, sin separarlas de la piel. Al disecar en el plano areolar suelto entre el SMAS y las estructuras más profundas, esta técnica permite una tracción más eficaz, natural y duradera.
Hamra también describió el composite deep plane, en el que se incluye el orbicular de los ojos, permitiendo una mejor transición entre el párpado inferior y la mejilla, y abordando el envejecimiento de la mirada de forma integral.
Evolución y refinamiento: seguridad, precisión y naturalidad.
Los aportes del Dr. Bryan Mendelson
Con los años, distintos cirujanos en el mundo han perfeccionado la técnica, optimizando las zonas de liberación, mejorando la seguridad vascular y adaptando los vectores de tracción a cada tipo facial. En particular, el Dr. Bryan Mendelson ha tenido un rol central en esta evolución, gracias a su profundo estudio de la anatomía quirúrgica facial y su contribución al entendimiento de los planos anatómicos de la cara. Su trabajo ha permitido afinar la técnica del deep plane, haciéndola más predecible y anatómicamente respetuosa.
Hoy, el Deep Plane Facelift es considerado por muchos como el estándar de oro para el rejuvenecimiento facial avanzado. Ya no se trata solo de tensar o de estirar, sino de reposicionar lo que cayó, en el plano correcto, respetando la anatomía y expresión natural de cada persona.
Conclusión
Entender la evolución del lifting facial es fundamental para valorar el impacto del Deep Plane. Desde los inicios más superficiales hasta los abordajes anatómicos actuales, el objetivo ha sido siempre el mismo: lograr resultados más naturales, duraderos y seguros.
Y en ese camino, el Deep Plane no es una moda, sino la consecuencia lógica de décadas de observación, estudio y respeto por la anatomía humana.
Comentarios